Andar de puntillas

Andar de puntillas o técnicamente: marcha idiopática de puntillas (idiopatic toe walking)

Los niños al iniciar la deambulación, en ocasiones pueden andar de puntillas, forma parte del aprendizaje y descubrimiento de su propio cuerpo. El problema aparece cuando esta situación persiste y no hay una causa que lo justifique, hablaríamos entonces de una marcha idiopática de puntillas o Idiopatic Toe Walking.

Esperar a que “se les pase” puede ser contraproducente ya que se habrán podido generar cambios biomecánicos y anatómicos permanentes.

La primera descripción de esta patología fue en 1967, cuando Hall y colaboradores estudiaron un grupo de niños con la tendencia de andar de puntillas y con una rigidez del tendón de Aquiles sin que tuvieran un problema neurológico.

No hay muchos estudios al respecto, pero uno realizado en Suecia sobre casi 1500 niños nos habla de una prevalencia de poco mas del 2% a los 5 años de edad.

 

DIAGNÓSTICO:

Se debe realizar una valoración completa para encontrar el origen y poder elaborar un tratamiento eficaz.

  • Valoración del patrón de marcha. Análisis de todas las fases de la marcha.
  • Examen ortopédico, realizar una valoración de las articulaciones implicadas como complejo lumbopélvico, caderas, rodillas, tibias y tobillo-pie.
  • Valoración muscular, teniendo en cuenta toda la musculatura del miembro inferior y una valoración por cadenas musculares.
  • Examen neurológico, algunas lesiones pueden provocar un aumento del tono de la musculatura implicada.
  • Valoración del desarrollo motor desde las primeras etapas, explorando la persistencia o no de reflejos primitivos.

 

ETIOLOGIA:

La marcha idiopática de puntillas puede ir relacionado con algunos factores, aunque hay escasa bibliografía y con niveles de evidencia no muy elevados, como:

  • Saltos en el desarrollo motor, el bebé debe pasar por todas las etapas del desarrollo motor, especial importancia a la reptación y el gateo.
  • Retrasos madurativos. Pueden observarse déficits cognitivos, del lenguaje etc, incluso alteraciones a nivel de la oculomotricidad muy ligadas al desarrollo motor del bebé.
  • Persistencia de algunos reflejos primitivos, como los reflejos de prensión plantar, cervical simétrico o de Moro entre otros.
  • Uso tacatás o andadores, pudiendo alterar un patrón de marcha fisiológico.
  • Cadenas musculares. El desequilibrio de la cadena posterior puede provocar limitaciones articulares y musculares.
  • Trastornos emocionales y psicológicos, en ocasiones se asocia a déficits de atención, ansiedad, etc.

 

A este tipo de niños no se les realiza ningún tipo de tratamiento esperando que el problema se resuelva de forma espontánea, en muchas ocasiones esto no ocurrirá y podrán provocarse cambios anatómicos y/o biomecánicos de forma permanente.

 

TRATAMIENTO:

Uno de los objetivos en el tratamiento será devolver a la musculatura de la cadena posterior y sobre todo, del tríceps sural una mayor longitud, mediante la realización de estiramientos.

Si persisten algunos reflejos primitivos, deberemos de inhibirlos mediante ejercicios destinados para ello.

Ejercicios activos por parte del niño que fomenten el apoyo del talón.

El tratamiento osteopático ayudará a regular tensiones fasciales y corregir disfunciones mecánicas que perpetúen la patología.

 

CONSEJOS PARA PREVENIR:

  • Dejar que el bebé pase el máximo de tiempo en el suelo.
  • Promover un porteo adecuado.
  • Fomentar el movimiento libre para ayudar en el desarrollo motor del bebé, sin forzar posiciones ni forzar posturas que no sean capaces de mantener por si mismos.
  • Jugar a andar de cuclillas, subir rampas y mantenerse en ellas, pintar la planta del pie y caminar sobre un papel para ver la huella, coger objetos con los dedos de los pies y levantarlos, andar de talones, etc.